miércoles, 9 de julio de 2014

55.78

Han pasado ya 4 días desde que conseguí el que ha sido, sin duda, el reto más importante de la temporada para mi: BAJAR DE 56 SEGUNDOS en la vuelta a la pista con 10 vallas.

Ya habían pasado las citas importantes para mi: la liga nacional, el campeonato gallego,... ¿Alicientes aparentes? Pocos o tal vez ninguno. Pero yo seguía con ganas de competir, quería que saliera la carrera como tenía que salir. Y por suerte, así fue.

Llegaba a Monzón tras 8 carreras con mucha regularidad, a pesar de que este año he tenido mucha mala suerte con el tiempo y el viento, lo cual hace que el ritmo cambie cada día y la improvisación esté muy presente, y que no se puedan probar cosillas que marquen la diferencia.


Tras ver, después de unas cuantas carreras, que intentar llegar a la 7ª valla a 15 pasos  penalizaba mucho la parte final de la carrera, decidimos probar, precisamente antes de la 7ª valla, a provocar el cambio a 16 pasos. De eso nos dimos cuenta en el Gallego Absoluto donde, a pesar de hacer marca personal por 6 décimas, pinché como un campeón. Probamos esto en Palencia, el fin de semana siguiente, donde hice exactamente la misma marca, comiéndome de nuevo la última valla por meter un pasito más en ese último intervalo entre vallas. Llegó la final de División de Honor, donde la lluvia y el viento hicieron que apareciera de nuevo la improvisación. Sorprendentemente, corrí a 2 décimas de mi marca. Esto me dio mucha confianza.


La llegada a Monzón, con QD
Buscamos carreras, y encontramos el Campeonato Autonómico de Aragón el sábado 5 de Julio. Allí me fui. A las 4 ya estaba en la pista, y a una hora y media de la carrera, el panorama era ideal: no se movía ni una hoja, calorcito, y un número adecuado de corredores. ¿Lo peor que pudo tocarme? La calle 8. Pero me daba igual. Estaba con muchas ganas de correr, y mentalizado de que me iba a salir bien. Debió ser la ocasión en que más veces visualicé la carrera, como quería que me saliera. Por suerte para mi, salió la carrera deseada: ritmo vivo pero fácil y controlado en la primera parte de la carrera, 15 pasos hasta la 6ª valla. Provoqué el cambio en la 7ª valla, y a apretar todo lo que quedaba de carrera, buscando que el ritmo bajara lo menos posible. 

El punto clave era entre la 9ª y la 10ª valla, no podía dejar de ampliar para llegar a 16 hasta la 10ª valla, pasarla bien y seguir con fuerza hasta el final. Cuando todo esto ocurrió así, sabía que podía salirme bien el asunto. Llegué a meta con esa sensación de... "Esto tiene que ser marca FIJO".

Por megafonía, después de un ratillo de espera: "Pablo Lourido, 3º, 55.78".¡EEESTUPENDO!Todo salió según lo programado, y así da gusto :). Además, si fuera de casa te encuentras a vallistas como Adrián Royo, al que conozco desde júnior, y te acerca hasta la estación de bus pues... vuelves a casa con mucha felicidad por todo lo que te ha pasado en un viaje más que merece la pena hacer.

Lo que más me gusta es que no me he desinflado. Sigo con hambre, con ganas de salir a la pista y correr. Es lo que pasa cuando has entrenado tanto en invierno, la temporada competitiva se me ha hecho muy corta. A veces te esfuerzas y las cosas no salen, pero en otras, por suerte si. Pero lo importante son todas esas personas que te hacen divertirte por el camino :).

VallistaSUB56MadeInVigo